Contaminación por plástico: un desafío ambiental para gobiernos y empresas
Fuente: La Estrella de Panamá /Keila E. Rojas L.
El reciclaje no surgió ayer. A pesar de ser un proceso antiguo (se cree que tuvo su origen en Japón cerca del año 1031) las acciones de la sociedad, gobiernos, empresas, familias e individuos, no son las mínimas requeridas para contrarrestar la contaminación generada por la mala disposición de los residuos.
Regularmente, el discurso de las organizaciones y empresas se centra en el reciclaje en el hogar, pero ¿qué tanto hacen estas últimas para cambiar su sistema para no generar más residuos?
Hablemos de plástico
El mundo produce el doble de residuos plásticos que hace dos décadas, la mayor parte de los cuales se destina a relleno sanitario, se incinera o se filtra en el medio ambiente, y apenas el 9% se recicla con éxito, de acuerdo con un reporte (febrero, 2022) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
“Con anticipación a los debates de la Organización de las Naciones Unidas sobre la acción internacional para reducir los residuos plásticos, en el primer informe de la Ocde, ‘Perspectivas globales del plástico’, se muestra que a medida que el aumento de la población y de los ingresos impulsa un incremento implacable de la cantidad de plástico que se utiliza y se desecha, las políticas para frenar su filtración en el medio ambiente se quedan cortas”, dice la Ocde.
Señala, además, que el consumo de plástico se cuadruplicó en los últimos 30 años, impulsado por el crecimiento de los mercados emergentes. La producción mundial de plástico se duplicó de 2000 a 2019 y ascendió a 460 millones de toneladas. El plástico representa el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
En Panamá, “hace unos años se hizo un estudio incluyendo el reciclaje de plástico. Se estableció la proyección para el año 2024. En 2020 se le dio seguimiento y una de las conclusiones que se obtuvo es que se había excedido el número proyectado de la importación de plástico para el año 2024. Estábamos importando más plástico de lo que habíamos previsto”, afirma Sandy Watemberg, directora ejecutiva de Marea Verde.
“La contaminación marina por plástico, un análisis integral de Fundación Mar Viva” afirma que en el país, entre 2015 y 2019, las importaciones de productos correspondientes a plásticos de un solo uso o similares (partidas 3923 y 3924 del sistema arancelario) sumaron un total de 260.050 toneladas, donde el 79% correspondió a la subpartida de artículos para el transporte o envasado de plástico (3923); es decir, empaques de uso comercial por un valor promedio de $116.056.378 al año. En contraste, las exportaciones de este mismo tipo de arancel fueron equivalentes a 1.158 toneladas, con un valor promedio de $872.100 al año.
El documento detalla que en Panamá se generan, en promedio, 333.338 toneladas de plásticos al año; sin embargo, no hay registros directos del consumo (FAS Panamá, 2020). No obstante, los valores de las importaciones y de la alta producción de desechos per cápita evidencian los altos niveles de consumo de estos productos a nivel interno y su dependencia del mercado externo.
“Un estudio realizado en la década de 2000 indicó que el 70% de la actividad económica relacionada con los plásticos se concentraba en las ciudades de Panamá y Colón, donde el mercado de los productos PET para la industria de envasados era el de mayor crecimiento (Cámara de Comercio de Guatemala, 2010)”, registra el informe de Mar Viva.
El documento de Mar Viva sostiene que, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la producción diaria de desechos en Panamá es de 1,03 kilogramos (kg)/ persona, de los cuales un 12% corresponde a plásticos, equivalente a 191.580 toneladas anuales de este tipo de desechos producida por la población total del país. En 2020, 77.285 toneladas de plástico no se gestionaron correctamente a nivel nacional, de las cuales un 87% (67.672 toneladas) presentó problemas de gestión en las zonas costeras.
“De seguir las tendencias de manejo actuales”, asegura Mar Viva, “se proyecta que para 2050 estos valores lleguen a las 115.958 toneladas de plásticos que no recibieron una gestión apropiada, desechándose material en los rellenos sanitarios y vertederos y/o contaminando los ecosistemas marinos”.
Acciones en Panamá
En el país, desde el 1 de julio del año 2021 comenzó a regir la Ley 187 de 2020 sobre la eliminación de 11 artículos hechos a base de plásticos de un solo uso.
La ley surgió como respuesta a una problemática actual que se produce por el uso excesivo de este plástico. Según el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) entre el 60%-80% de la basura marina son plásticos, además, alrededor de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año.
El ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente), detalla que a partir del 1 de julio del año 2021 se prohibió utilizar hisopos para el oído, cobertores de plástico para ropa de lavandería, varillas plásticas para sostener globos, palillos plásticos para dientes, palillos coctel de plástico, palillos plásticos para caramelos y anillos para latas. A partir de julio del año 2022 entran en la prohibición los empaques plásticos para huevos, revolvedores desechables de plástico y platos plásticos desechables. Y a partir del 31 de diciembre del año 2023, los carrizos de plástico.
Panorama en Costa Rica y Colombia
“En Costa Rica se consumen 323.000 toneladas de materiales plásticos anualmente, de los cuales más del 50% son materiales de empaque y de productos de consumo que fueron descartados tras su único uso”, indica el documento ‘La contaminación marina por plástico, un análisis integral de Fundación Mar Viva’.
El informe agrega que los plásticos representan el 13,7% (550 toneladas diarias) del total de los residuos generados.
En cuanto a leyes, Costa Rica cuenta con la Ley para combatir la contaminación por plásticos y proteger el ambiente (Ley 9786, 2019). Con la ley que prohíbe la comercialización y la entrega de envases y recipientes de EPS en cualquier establecimiento comercial (Ley 9703, 2019), salvo en los casos que, por cuestiones de conservación o protección de los productos, no sea ambientalmente viable el uso de materiales alternativos.
En Colombia, según datos publicados por Mar Viva, se consumen alrededor de 1,3 millones de toneladas de resinas plásticas al año, entre materia prima y productos terminados, de los cuales solo se recicla entre el 15% y el 17%. “De ese total, aproximadamente 891 mil toneladas de plástico que se consumen corresponden a productos de un solo uso (siendo el 55% destinado a empaques y envases), de los cuales un 93% no se recicla”, dice el informe de Mar Viva. “En Colombia solo se recicla entre el 15% y el 17% del plástico, debido a que el sistema de gestión no es eficiente”.
Contaminantes plásticos
The Coca-Cola Company y PepsiCo se clasifican como los principales contaminantes plásticos del mundo por cuarto año consecutivo, según recoge la organización sin ánimo de lucro Break Free From Plastic en su último informe de auditoría de marca global (25 de octubre 2021).
Para obtener estas conclusiones, más de 11.000 voluntarios en 45 países llevaron a cabo limpiezas mundiales de playas para identificar los contaminantes plásticos más comunes. “La auditoría de marca de este año encontró casi 20.000 productos de la marca Coca-Cola, lo que representa más contaminación que los dos siguientes principales contaminadores combinados, como ha sido el caso cada año desde 2019”, apunta Break Free From Plastic en su página web. “Esto sugiere”, prosigue Break Free From Plastic, “que el compromiso de Coca-Cola de recolectar una botella por cada una vendida está teniendo poco impacto en la contaminación plástica de la empresa”.
Según Break Free From Plastic, “PepsiCo también sigue siendo uno de los tres principales contaminantes plásticos por tercer año consecutivo. A pesar de los recientes compromisos voluntarios de la empresa”.
“Para reducir a la mitad el uso de plástico virgen para 2030, PepsiCo deberá hacer un cambio más ambicioso hacia los contenedores reutilizables para bajar en la lista, dado el gran volumen de contaminación plástica de la marca PepsiCo que se recolecta en todo el mundo”, dice la organización.
Una reducción drástica del plástico innecesario, evitable y problemático es crucial para enfrentar la crisis global de contaminación, advierte una evaluación publicada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Los autores de la evaluación publicada por el Pnuma, “rechazan la posibilidad de que el reciclaje sea una salida a esta crisis y advierten sobre alternativas dañinas a los productos de un solo uso, como los plásticos de base biológica o biodegradables, que actualmente representan una amenaza química similar a los plásticos convencionales”.
Según la Ocde, “para reducir la contaminación por plásticos habrá que implementar ciertas medidas y fomentar la cooperación internacional con miras a reducir la producción de plásticos…”.
¿Qué están haciendo las empresas?
El 10 de febrero de 2022, The Coca-Cola Company anunció su objetivo de tener el 25% de todas las bebidas a nivel mundial en su cartera de marcas vendidas en botellas de vidrio o plástico recargables/retornables, o en contenedores recargables, para 2030.
Marta Patricia Zuleta, gerente de Sostenibilidad & Mundo Mejor de Cervecería Nacional, manifiesta que “internamente –en la empresa– el empaque circular es uno de los pilares en la estrategia de sostenibilidad y como parte de ese pilar lo que buscamos es que eventualmente el 100% de nuestros productos, sobre todo plástico PET, se envasen en botellas con plástico 100% reciclado”.
“Estamos en ese proceso, actualmente la malta mini, la de 200 mililitros, se envasa en botellas que tienen 25% de material reciclado”, dice Zuleta.
Para la reducción de su huella de carbono y como parte de su programa Futuro en Acción, Cemex Panamá hizo un acuerdo con 3M que permitirá reducir el uso de combustibles convencionales. “3M pasará a Cemex residuos con alto nivel calórico que provienen de sus procesos de manufactura, como remanentes de espumas, lana, trapos, entre otros. Estos residuos serán utilizados para crear combustibles alternativos en la planta de producción de cemento”, indica 3M. “Con este acuerdo lograremos que nuestros desechos tengan un segundo uso y realizar el co-procesamiento de nuestros desperdicios, valorizando los residuos como combustible alterno; ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, una mejor gestión de los residuos y reducción de la utilización de combustibles fósiles”, asegura Enrique Aguirre, director general de 3M en la región Centroamérica y el Caribe.
Sandy Watemberg, directora ejecutiva de Marea Verde, califica como positivos los esfuerzos que se hacen a favor del medio ambiente; sin embargo, considera que hay trabajo por hacer.
“Con los objetivos a nivel mundial y nacional se ha impulsado más el tema de reciclaje, de cuidado del ambiente; sin embargo, pienso que queda un largo camino por recorrer”, dice Watemberg. “Falta mucha educación, mucha concienciación y sobre todo normativas que puedan facilitar estos temas. Podemos educar a todo el país en el tema de reciclaje, pero si la gente no tiene dónde depositar sus materiales, o no se los recogen, de nada sirve…”, indica.
Yasmina Rojas, encargada del programa de sensibilización y educación de Marea Verde, añade que la gran cantidad de desechos en la calle es un indicador de cuánto se practica el reciclaje. “Eso no se genera solamente en las viviendas, es el conjunto de la sociedad, empresas, comunidades, familias… La palabra reciclaje está de moda, pero hay que desarrollarla”, subraya.
Rojas y Warmberg coinciden en que “se ha logrado avanzar mucho en el tema en comparación con años anteriores, y aunque la tarea es compleja, con la disposición de la sociedad se puede lograr mucho más”.
En cuanto a leyes, Costa Rica cuenta con la Ley para combatir la contaminación por plásticos y proteger el ambiente (Ley 9786, 2019). Con la ley que prohíbe la comercialización y la entrega de envases y recipientes de EPS en cualquier establecimiento comercial (Ley 9703, 2019), salvo en los casos que, por cuestiones de conservación o protección de los productos, no sea ambientalmente viable el uso de materiales alternativos.
En Colombia, según datos publicados por Mar Viva, se consumen alrededor de 1,3 millones de toneladas de resinas plásticas al año, entre materia prima y productos terminados, de los cuales solo se recicla entre el 15% y el 17%. “De ese total, aproximadamente 891 mil toneladas de plástico que se consumen corresponden a productos de un solo uso (siendo el 55% destinado a empaques y envases), de los cuales un 93% no se recicla”, dice el informe de Mar Viva. “En Colombia solo se recicla entre el 15% y el 17% del plástico, debido a que el sistema de gestión no es eficiente”.