Contexto de desarrollo urbano, el impacto del cambio climático y los desastres en ciudad de Panamá
Fuente: La Estrella de Panamá
El Foro Económico Mundial identificó, para 2020, que los cinco principales riesgos para la economía global eran: la falta de adaptación al cambio climático, el daño ambiental causado por el hombre, la pérdida de biodiversidad y de ecosistemas, y los desastres naturales. Según el panel intergubernamental para el cambio climático (IPCC), “el cambio climático tendrá profundos impactos en un amplio espectro de sistemas de infraestructura –suministro de agua y energía, saneamiento y drenaje, transporte y telecomunicaciones–, servicios –incluidos los servicios de atención médica y de emergencia–, el entorno construido y los ecosistemas”.
Esta misma organización indica que “los riesgos relacionados con el cambio climático urbano están acelerando, incluido el aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas, el estrés por calor, las precipitaciones extremas, las inundaciones costeras y de los ríos, los deslizamientos de tierra, la sequía, el aumento de la aridez, la escasez de agua y la contaminación del aire, con impactos negativos generalizados en las personas –y su salud, sustento y activos– y en las economías y ecosistemas locales y nacionales”.
Por su parte, documentos como la ‘Guía para el diseño de edificaciones sostenibles’ (2016), de la Universidad Pontificia Bolivariana, señalan que “los cambios extremos de lluvia en el rango de 10% a 60% pueden conducir a cambios en las frecuencias y volúmenes de inundaciones en el rango de 0 a 400% dependiendo de las características del sistema de drenaje”.
Esto se debe a que las inundaciones y los desbordamientos, cuando se superan los umbrales de escorrentía o de caudal de alcantarillado, pueden no tener la capacidad de manejar adecuadamente estos aumentos súbitos en las precipitaciones.
Estos nuevos retos exigen la recolección de nueva información sobre la forma en que se relaciona el desarrollo urbano, las dinámicas económicas y sociales, con la ocurrencia de los desastres y los posibles impactos a mediano y largo plazo del cambio climático.
Dinámicas urbanas y el impacto de los desastres
La evaluación de la relación entre los impactos de los desastres relacionados con amenazas naturales y las dinámicas de desarrollo urbano, es el objeto de un reporte que preparó el Urban Risk Center, de Florida State University, sede Panamá, a partir de datos disponibles del censo de población y vivienda 2010 y de la base de desastres, Desinventar, a nivel de corregimientos. Este estudio relaciona tres condiciones del desarrollo del área metropolitana de Panamá, como son, la precariedad de los materiales de la vivienda, el acceso a servicios básicos, y las presiones por la construcción de un mayor stock de vivienda en ciertas zonas de la ciudad, con la frecuencia e impacto por desastres.
A partir de estas variables se generaron cuatro índices, el índice de precariedad de la vivienda (IPV), que resume los datos sobre los materiales utilizados en la construcción de la vivienda; el índice de acceso a servicios públicos (ISP), que mide el nivel de acceso a servicios como agua potable, alcantarillado, electricidad y recolección de basura; y el índice de crecimiento urbano (ICU), que mide la velocidad del crecimiento urbano a partir de la construcción de vivienda, junto al índice de riesgo manifiesto (IRM) –el índice que mide el impacto y frecuencia de los desastres en el territorio–.
El índice de riesgo manifiesto permitió identificar que el área metropolitana de Panamá es la segunda centroamericana con el mayor número de viviendas afectadas por desastres naturales entre 1990- 2015. Este mismo índice permite visualizar que el sector de Panamá este, formado por los corregimientos de Juan Díaz, Pedregal, Tocumen, Las Mañanitas, 24 de Diciembre y Pacora concentra el 58% de todas las personas afectadas por desastres naturales (59.902 personas) entre 1990 a 2015. El corregimiento de Juan Díaz representa el 32% del total de afectados durante el período de estudio.
Panamá este concentra también el mayor número de viviendas afectadas por desastres naturales, unas 12.293 viviendas o el 58% del total de viviendas afectadas en el área metropolitana de Panamá. Así mismo, del total de muertes registradas por desastres naturales en el área metropolitana de Panamá (72) entre 1990 a 2015, el 43% (31) fue en los corregimientos de Panamá este.
Al analizar los corregimientos del área metropolitana de Panamá, de acuerdo con los índices de precariedad de la materialidad de la vivienda, acceso a servicios básicos y crecimiento urbano, se puede identificar que la mayoría de los corregimientos con altos índices de precariedad de la materialidad de la vivienda y de bajo acceso a servicios básicos se encuentran en áreas rurales y semirrurales de Panamá Oeste, Panamá norte y el corregimiento de Pacora.
Mientras que para el caso del índice de crecimiento urbano y de riesgo manifiesto, los corregimientos con los índices más altos se presentan en las zonas periféricas del centro urbano de ciudad de Panamá y en los corregimientos de mayor desarrollo inmobiliario de la provincia de Panamá Oeste. Este dato es indicativo de que, al menos para el área metropolitana de Panamá, la ocurrencia e impacto de los desastres parecen estar más relacionados con el acelerado proceso de desarrollo urbano, que con la situación de precariedad de la condición de la vivienda o el acceso a servicios públicos en la población.
En una lógica de adaptación a los cambios del clima, documentos como el ‘Plan de Acción París 2050’ (2020), indican que, “las ciudades deberán obligar a los planificadores y arquitectos a que consideren los principales problemas climáticos, como: olas de calor, fenómeno de isla de calor, lluvias fuertes, inundaciones, sequías, como parte del desarrollo de proyectos urbanos. Para ello se incluirán sistemáticamente algunos requisitos en los pliegos de condiciones de los principales proyectos urbanos, sobre todo en términos de atenuación del fenómeno de la isla de calor y de anticipación a las lluvias intensas”.
Panamá debe adoptar normativas que permitan incorporar aspectos de sostenibilidad en el crecimiento urbano, si se quiere lograr una adaptación exitosa frente al cambio climático. Es necesario que las autoridades desarrollen normativas que permitan modificar aspectos como el actual modelo de gestión del agua, en el cual prima el entubamiento y expulsión de las aguas de los espacios construidos, por otros modelos que permitan su reutilización y reincorporación a los ecosistemas naturales, entre otros instrumentos de gestión territorial que en la actualidad no aparecen en la normativa vigente ni en la forma de construir ciudad.