Fuente: La Estrella de Panamá

Autoridades policiales y del Ministerio de Ambiente decomisaron este fin de semana 27 tucas de cocobolo que ubicaron en el parque Soberanía, en el sector de Gamboa. Durante el operativo no hubo aprehendidos.

De acuerdo con fuentes policiales, “las unidades de inteligencia venían haciendo vigilancia en el sector atendiendo una alerta que denunciaba una posible tala en el parque Soberanía”.

El Equipo Multidisciplinario Especializado (EME) le sigue los pasos a una banda de taladores que opera dentro de los parques nacionales que presumiblemente se encuentra bajo el servicio de poderosos grupos dedicados al tráfico de esta especie.

La madera de cocobolo, conocida como el marfil Latinoamericano, característico por su dureza y tonalidades rojizas y naranjas, tiene una gran demanda en China, donde un contenedor puede alcanzar hasta los $500 mil.

La Estrella de Panamá publicó recientemente “Bosque herido”, una investigación periodística de tres entregas que describen el modus operandi del tráfico de cocobolo, que emplea el crimen organizado en Panamá, además de la corrupción en la emisión y administración de sellos requeridos para la exportación internacional de este producto, bajo la supervisión del Ministerio de Ambiente.

La especie, amenazada en su sostenibilidad, se encuentra incluida en el Apéndice II de la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, por sus siglas en inglés) que regula el comercio.

En Panamá las autoridades han detectado cinco organizaciones criminales que extraen ilegalmente cocobolo de los bosques protegidos y los mezclan con los inventarios existentes en sus patios para luego ser exportados, principalmente a China donde se emplea para la elaboración de artículos de lujo para autos, yates, muebles finos y piezas de instrumentos musicales.