Tomado de Semana

Han pasado más de diez meses desde que se empezó a hablar del coronavirus en el mundo. Gradualmente iban llegando contados casos a diferentes países, inicialmente empezó en Asia, teniendo como cuna de la enfermedad a Wuhan (China) luego fue extendiéndose por varias partes de Europa y finalmente llegó a Latinoamérica.

Cuarentenas, aislamientos, lamentables noticias de miles de muertes y millones de contagios, colapsos en los sistemas hospitalarios y otras drásticas situaciones ocurrieron en todo el mundo. Después de todo esto se anunció la tan anhelada vacuna que esperaban millones de personas y sobre todo los expertos en el tema, pues se ve como la solución para tener una vida normal en medio de una epidemia.

Numerosos ensayos clínicos, prueba y error estudiaron los científicos día a día sin descanso, las farmacéuticas trabajaron al doble y en un tiempo récord lograron conseguir lo que sería la cura ante el coronavirus, una enfermedad que sigue cambiando, como está ocurriendo con la cepa que ha alertado sobre todo a Europa.

No obstante, como se esperaba, varios casos de efectos secundarios han estado sonando en la opinión pública. Aunque expertos dicen que es algo normal, la preocupación existe. Tanto Moderna como Pfizer dieron a conocer casos de personas que han reaccionado de manera alérgica luego de aplicarse la vacuna. Por esto, se decidió consultar a un grupo de expertos en Colombia para explicar en qué consisten estos efectos y si debe haber o no preocupación.

Para el doctor Roberto Baquero, presidente del Colegio Médico Colombiano, todo se explica porque en los ensayos clínicos, en la fase 3, se tiene en cuenta un número importante de personas, pero a unas se les pone la vacuna y a otras no. “Solo que nadie sabe a quién se puso la vacuna y quién no, eso es totalmente privado. Por esto se hace la investigación viendo reporte de efectos secundarios de las personas, como dolor de cuerpo y de cabeza, los cuales son efectos normales”.

En ese sentido, el epidemiólogo y profesor de la Universidad de los Andes, el doctor Luis Jorge Hernández, le dijo a este medio que “hay que tener en cuenta que hay varios tipos de vacunas, como la de Moderna y Pfizer que son genéticas, otras como AstraZeneca que es un viral, entonces se han presentado reacciones sobre todo locales, como fiebre, dolor de cabeza, inflamación y reacciones alérgicas, pero es algo normal porque esto se presenta en todas las vacunas”.

Así mismo, el epidemiólogo sostuvo que “toda vacuna es un medicamento y ninguna está aprobada comercialmente, sino que son aprobaciones de emergencia, lo que quiere decir que hay muchas dudas y se desconocen sus efectos adversos y secundarios”. Además, el doctor Hernández reveló en este medio que tanto asociaciones médicas como universidades han pedido al Gobierno nacional, que ante la prueba de que la vacuna tiene efectos secundarios, se deben extremar medidas de seguimiento y vigilancia a las personas que se vacunan, aunque es algo que se esperaba y que por ahora son contados los casos de efectos secundarios, según el experto.

Sobre la aprobación de emergencia de la vacuna, el doctor Hernández que el proceso estuvo bien porque “si nosotros esperamos, la naturaleza no espera, estamos ante una vacunación salvaje de la naturaleza. Y como las farmacéuticas aseguran que no responden por los efectos secundarios, el gobierno debe extremar las medidas y que se monte un sistema de vigilancia”, explicó.

“El sistema es un monitoreo que se haría por parte de la aseguradora y se deben vigilar los efectos secundarios tanto locales como generalizados, lo que implica un monitoreo como la llamada diaria y seguimiento de síntomas”, explicó el experto.

En ese sentido, el doctor Baquero señaló que, “lo que uno ve es que cualquier sustancia o medicamento puede tener un efecto adverso y puede ocurrir en el organismo. Por ejemplo, a los niños que son vacunados les da fiebre y por eso se le debe recetar acetaminofén. Son reacciones que empiezan en el organismo pero también empieza a generar inmunidad; son efectos normales o esperables como dolor de cabeza o el mismo dolor de la inyección”.

El presidente del Colegio Médico Colombiano agregó que “lo único es que en las personas alérgicas deben tener cuidado cuando se vacunan, pero en algunos casos el problema no es que sea la misma vacuna, sino el vehículo de esta porque la cantidad de biológico es mínimo con respecto a lo que les inyectan; la realidad es que yo como medico me quedó claro que nos tenemos que vacunar”.

El doctor Baquero explicó que, “estamos en una época de las fake news y todo lo que genere zozobra vende, entonces que debíamos tomar hipoclorito, la ivermectina, y todo eso genera angustia, aunque son cosas que no tienen soporte científico”. En ese sentido, aseguró que, “el tema de las vacunas es que los estudios tienen que ser muy claros y tanto Moderna como Pfizer han evidenciado todos los hallazgos de efectos secundarios y demás, sin embargo, la vacuna rusa no tiene numerosas publicaciones, por lo que podría generar inseguridad, aunque uno no hace una vacuna para matar gente, es lo más ilógico. y antiético”.

Frente a la desconfianza de algunas personas sobre las técnicas que se utilizaron para hacer estas vacunas, el médico señaló que es una técnica que se había venido usando desde hace mucho tiempo, solo que no había estado la oportunidad para inyectarle la cantidad de dinero necesaria, por esto “sacaron la vacuna de afán porque había una necesidad” como el coronavirus.

Para el doctor Baquero, debe haber una responsabilidad de todos “porque nos va a ayudar a controlar la pandemia y recuperar la normalidad, es un deber de cada uno de vacunarse, porque se corren más riesgos no vacunándose y conseguir esa infección a que se vacunen y tener algo de efectos que por el momento son normales y no hay nada raro ni atípico”.

Por su parte, el epidemiólogo Hernández insistió en que, “mientras más pronto se haga la vacunación, mejor. Europa, México, Chile ya empezaron a vacunar; Colombia sigue en la cola y mientras tanto estamos sometidos a la naturaleza”.

Así mismo, señaló que su preocupación es que se debe empezar un movimiento social sobre la vacuna, “porque un porcentaje de la población no quiere vacunarse por miedo o desinformación”.

Por esto, para el epidemiólogo, las personas “deben estar enteradas sobre los efectos secundarios porque son dos dosis y a las personas que se aplican la primera dosis y les da miedo, no se aplican la segunda, entonces la pedagogía debe empezar desde ya y no cuando llegue la vacuna”.