La crisis de la pandemia expone las vulnerabilidades frente la trata de personas
Tomado de La Estrella de Panamá
Unas once víctimas (diez nicaragüenses y un colombiano) fueron rescatadas por las autoridades panameñas del delito de trata de personas en lo que va del presente año 2021, mediante la “Operación Emperador”, que realiza la Policía Nacional a nivel nacional, en conjunto con el Ministerio Público.
Y solo dos personas extranjeras fueron imputadas por el delito contra la humanidad en la modalidad de trata de personas con fines de explotación laboral, según datos de la Oficina Institucional contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg).
Datos proporcionados por la Comisión Nacional contra la Trata de Personas del Minseg, indican que en 2021 hay más casos de trata en modalidad laboral con un 58%, un 37% sexual y 5 % servidumbre sexual, que son mujeres víctimas de trata a las cuales sus captores las engañan y les ofrecen un puesto de trabajo, pero terminan obligándolas a realizar actos en contra de su voluntad.
Un problema que se podría agravar con la crisis migratoria que se vive actualmente en las fronteras de Panamá y Colombia, donde entre 7,000 y 10,000 migrantes extranjeros se encuentran varados en Necoclí, Antioquia, en un intento por cruzar las selvática frontera del Tapón del Darién, según han advertido las autoridades.
Lo que ocurre en Panamá apenas es una parte de lo que sucede en el mundo frente a la trata de personas. » Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas», dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje alusivo al día mundial contra la trata de personas, el pasado 30 de julio.
Agregó que «el tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos», y con la pandemia la población ha quedado más vulnerable a este problema.
Destacó que cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero, pero en el contexto de una pandemia mundial, acompañada por el aumento de las desigualdades y por la devastación económica, las voces de los supervivientes y las víctimas de la trata de personas “corren el riesgo de pasar desapercibidas”.
El director Ejecutivo de Crime Stoppers Panamá, Alejo Campos, por su lado, dijo que aunque todavía no tienen cifras exactas de que la trata de personas se ha incrementado durante la pandemia, porque se está trabajando en ello, les preocupa que la crisis del covid-19, ha dejado a la población de todo el mundo mucho más vulnerable por el desempleo y las mujeres quedan expuestas para este delito de trata de personas porque no tienen trabajo y no tienen dinero.
“Eso va a ser una amenaza muy grande para el tema de la trata porque hay más posibles víctimas”, dijo Campos, en declaraciones a Televisora Nacional, destacando que el tema de la trata se tiene que abordar desde el crimen organizado, las estructuras transnacionales, blanqueo de dinero o blanqueo de capitales, migración, seguridad pública, y que no hay una única institución para afrontar el problema.
«Hay es que fortalecer mucho más ese trabajo con cooperación y agencias internacionales, porque repito es un tema transnacional, que si bien se puede tener un buen equipo en lo nacional, multisectorial y multiinstitucional como es el Consejo para la Trata, ese mismo Consejo tiene que estar en relación con los otros de los otros países”, apuntó.
Frente a este delito, advirtió que el riesgo al que se enfrentan los niños es enorme y va en aumento: representan un tercio de las víctimas (de trata de personas) en todo el mundo, un porcentaje que se ha triplicado en los últimos 15 años.
“La mitad de las víctimas en los países de bajos ingresos son niños, y a la mayoría de ellos se los somete a trata para obligarlos a realizar trabajos forzosos”, alertó Guterres.
Señaló que en todo el mundo, los criminales se valen de la tecnología para identificar, controlar y explotar a las personas vulnerables. “Los niños son, cada vez más, blanco de las plataformas en línea para la explotación sexual, el matrimonio forzado y otras formas de abuso”, apuntó.
Si embargo, agregó que la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual sigue siendo una de las formas más extendidas y aborrecibles de tráfico de personas. Los migrantes representan más de la mitad de las víctimas de la trata en la mayoría de las regiones.
En ese sentido, instó a los Gobiernos a tomar medidas urgentes para reforzar la prevención, apoyar a las víctimas y llevar a los perpetradores ante la justicia. Esto incluye la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional y el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas.
“Los supervivientes de la trata deben ser quienes guíen nuestros esfuerzos. Su contribución es esencial para abordar los factores y patrones de riesgo, así como para identificar y proteger a las víctimas y velar por que accedan a la justicia y la recuperación, al tiempo que se exigen responsabilidades a quienes las explotan”, expresó Guterres.
En Panamá, la Oficina Institucional contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg), que dirige Dayra Campos, informó que se ha cumplido con los tres ejes fundamentales para enfrentar este delito, considerado la esclavitud del siglo XXI: Prevención, sensibilización y concienciación; protección y atención a víctimas y persecución del delito.
Campos, quien también es secretaria de la Comisión Nacional contra la Trata de Personas, explicó que de 2018 a 2021, se dio asistencia psicosocial, asesoría legal, asistencia médica, alojamiento, formación educativa y/o profesional a un total de 30 personas (17 mujeres y 13 hombres).
En el país, en la Oficina Institucional contra la Trata de Personas también se lleva a cabo una campaña en materia preventiva, sensibilización y concienciación, en conjunto con otras instituciones a través de volanteos. Para este año se distribuyó 3 mil 5 volantes en la Estación del Metro “5 de Mayo”, Gran Estación de San Miguelito, Estación del Metro de San Isidro, Pedregal en Rana de Oro y Villalobos, en Panamá Oeste, Chiriquí y Chitré.
Además se ha capacitado a 566 personas de instituciones que conforman la Comisión Nacional contra la Trata de Personas y próximamente, por medio Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se lanzará la campaña “Piénsalo Dos Veces”, que permitirá que las posibles víctimas de este delito identifiquen informaciones y anuncios falsos.
Para jefe del Centro Administrativo Global y de la Misión de Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, Santiago Paz, “el compromiso es impulsar una migración regular, ordenada y segura y atendiendo la protección a las víctimas desde una óptica de derechos humanos”, razón por la cual, junto al gobierno de Panamá “nos hemos unido para trabajar hombro a hombro con la Comisión Nacional contra la Trata de Personas, en avanzar el desarrollo de estrategias integrales dirigidas en atender una de las mayores ofensas a la humanidad: la trata de personas”.
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, el pasado 30 de julio, también se realizó el Foro Nacional: “Trata de personas y derechos humanos: Retos y oportunidades desde la sensibilización, protección a víctimas y prevención del delito”, el cual contó con la participación de autoridades, sociedad civil, miembros del cuerpo diplomático y medios de comunicación.