¡No más plásticos! Debe ser la meta de todos los panameños

Foto: Mi Diario. Jennifer Hoy arranca la campaña a la que PNUD se suma de “Menos Plástico Panamá.

Fuente: Mi Diario

Hoy se celebra día internacional libre de bolsas de plásticos y Jennifer Marie Hotsko Kelleher, Jefa de Exploración del Laboratorio de Aceleración del PNUD, nos contó cómo Panamá está tratando de reducir las bolsas de plástico de un solo uso.

¿Cómo está Panamá en el tema de reciclaje de plástico?

“Se estima que cada persona en Panamá genera alrededor de 1.2 kg de residuos por día. Esto representa el nivel más alto de la región, donde el promedio de América Latina y el Caribe se estima en un 0.93 kg por persona. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un 12% de nuestra producción de desechos diarios corresponden a plásticos. Sin embargo, sólo el 2% de nuestros residuos se reciclan. Mientras que otros materiales, sobre todo los ferrosos, se reciclan por su alto valor comparativo en el mercado, el plástico sigue representando uno de los materiales menos reciclados en Panamá – una fracción como parte del total del 2% que se recicla”.

¿Los panameños tienen concienciación sobre el exceso o mal uso del plástico?

“En los últimos años, a través de diversas campañas y acciones de concientización, como las que se han impulsado desde el PNUD y sus contrapartes, ha incrementado la conciencia ciudadana sobre los efectos de los plásticos y su mala disposición en los ecosistemas marinos y terrestres. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer en términos de educación ambiental. Además, no es solo la conciencia individual del ciudadano, sino también los sistemas de producción y consumo. Si los productos plásticos están diseñados para ser desechados, es más difícil construir alternativas. Un modelo circular que extienda su vida útil lo más posible es un escenario más deseable.

Desde el Laboratorio de Aceleración del PNUD estamos mapeando el ecosistema de actores para la gestión de residuos sólidos y estamos viendo el surgimiento de nuevos actores como Botellas de Amor, quienes representan alternativas para plásticos de un solo uso, lo cual es una buena señal para hacer conciencia con alternativas más concretas. Sin embargo, como país aún tenemos un largo camino por delante. Esto lo vemos en esfuerzos de organizaciones como Movimiento MiMar, Marea Verde y MarViva que ha visibilizado los efectos de la mala disposición de plásticos en ríos, playas y mares en nuestro país.

Por otro lado, al hablar de alternativas al plástico, también hay que pensar en la realidad de la economía de las personas del día a día, en las pequeñas fondas y restaurantes para las cuales el usar otro tipo de materiales les significa un costo importante en su operación. En conclusión, hacer conciencia es importante, pero es necesario articular esfuerzos para crear alternativas accionables e innovar para hacer frente a este reto que no es sólo de la ciudadanía, es un reto multisectorial”.

¿En Panamá los comercios están cumpliendo la Ley N°1 de 2018, que prohíbe el uso de bolsas de plástico?

“En enero de 2018, Panamá se convirtió en el primer país de Centroamérica en promulgar una ley para promover el uso de bolsas reutilizables en los establecimientos comerciales. Prohíbe el uso de bolsas de polietileno para el transporte de productos o mercancías en supermercados, tiendas de autoservicio, almacenes o tiendas en general. Esta ley ha sido implementada en dos etapas; a partir de julio de 2019 se prohibieron las bolsas en supermercados, farmacias y comercios minoristas y, a partir de enero de 2020, en almacenes y mayoristas.

No obstante, no es un secreto que las bolsas de plástico desechable se siguen utilizando en múltiples establecimientos comerciales. Es necesaria una mejor fiscalización para que la ley no se quede en papel y su cumplimiento sea efectivo. Hay que proteger e impulsar aquello que se ha logrado hasta este momento”.

Desde el 2018, cuántas bolsas plásticas han dejado de circular y cuántas aún hacen falta?

“Datos sobre el uso de bolsas plásticas son sorprendentes. Se estima que a nivel global seguimos utilizando entre 500 mil millones y 1 billón de bolsas al año, lo cual representa unas 150 – 300 bolsas por persona. Mientras que, en Panamá, según la Ley 1 de 19 de enero de 2018 se prohíbe el uso de bolsas plásticas convencionales con polietileno, hay otras bolsas plásticas que siguen en circulación, cómo las de propileno, que no forman parte de la ley. Entonces, más que la pregunta, “cuántos hacen falta” es, por qué si seguimos permitiendo que plásticos de un solo uso sigan en circulación, a pesar de conocer sus efectos dañinos en el medio ambiente. Nos damos cuenta de que aún hace falta mucho trabajo en educación y concientización”.

¿Cuál es el compromiso de Panamá para el año 2030 en cuanto al uso de bolsas plásticas?

“Como parte del compromiso para seguir fortaleciendo el marco legal sobre temas ambientales se estableció la Ley 187 del 2 de 2020, la cual regula el reemplazo progresivo de 11 artículos de plásticos de un solo uso, que empezó a regir en julio del 2021, recientemente reglamentada por Decreto Ejecutivo 9 de 6 de mayo de 2022 establecen metas y acciones para eliminar y reemplazar el plástico de un solo en Panamá, además de lograr la implementación de la responsabilidad compartida en todo el ciclo de vida de los plásticos de un solo uso hasta lograr su total eliminación. Panamá también ha hecho compromisos climáticos al 2025 de contar con herramientas para impulsar la economía circular, como por ejemplo mejorar eco etiquetado y ampliar Reduce Tu Huella. Otro compromiso está establecido en Panamá Visión 2030 sobre la conservación de los mares, océanos, y recursos marinos que al 2030, Panamá debe haber eliminado el uso y desechos de plásticos”.

¿En Panamá durante los meses de pandemia hubo un aumento en el consumo de plásticos?

“A raíz de la pandemia por Covid-19, las mascarillas se han convertido en un artículo cotidiano, especialmente en países donde su uso es obligatorio.

En Panamá, el uso obligatorio de cubrebocas tanto en espacios públicos como cerrados inicio en junio de 2020 y el uso de protectores faciales en el transporte público fue recomendado en junio de 2020 y pasó a ser obligatorio desde mayo de 2021. (A partir de marzo de 2022, tanto el uso de cubrebocas en lugares públicos y el uso de protectores faciales en espacios cerrados y transporte público dejaron de ser obligatorios).

Evidencia de un estudio regional (Requena-Sanchez, Carbonel & Demel, 2022) muestra que, en Panamá durante la pandemia, se percibió y se evidenció un aumento de cubrebocas, tanto aquí como en la región. Además, se generó un promedio de 1.69 bolsas plásticas de un solo uso por persona diariamente – un número mucho más alto que el promedio global estimado.

La reanudación de actividades económicas y el uso obligatorio de mascarillas a lo largo de 2021 incrementaron la generación de este tipo de residuos en los hogares”.

¿En cuanto a este tema, Panamá cómo está en comparación con los demás países de la región?

“Durante la pandemia, los avances para reducir el uso de bolsas plásticas de un solo uso en América Latina hasta 2019 sufrieron un claro retroceso. Varios países como Perú y Honduras tenían legislación para prohibir el uso de bolsas plásticas. En México se promulgó una legislación similar a principios de 2020. En Venezuela y Guyana no existe un marco legal al respecto. En Guayana, desde 2019, la Agencia de Protección Ambiental ha estado discutiendo la posibilidad y necesidad de una prohibición de las bolsas que entraría en vigor en 2021 pero, hasta la fecha, no se ha promulgado ninguna ley, ni iniciado formalmente el proceso”.

¿Será posible concebir que Panamá tenga un futuro sin plástico?

“La contaminación por plástico está socavando el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este es un problema que se agravó durante la pandemia con el aumento en consumo de productos de un solo uso como mascarillas, guantes y desechos hospitalarios.

Tenemos que detenernos y reflexionar sobre qué estamos haciendo para corregir la forma en la que interactuamos con el planeta y como nuestras acciones afectan a las personas vulnerables y a la biodiversidad que sustenta la vida.

Desde el PNUD, hemos promovido iniciativas de ciencia ciudadana, como “juntos entendamos mejor la basura”, que busca contribuir en la generación de evidencia y toma de decisiones para mejorar la gestión de residuos de nuestro país. Lo hacemos porque creemos que sí es posible concebir un futuro con menos plástico, con el accionar de todos y todas.

Y es importante sumarse a campañas como la que arranca hoy desde la sociedad civil y sector empresarial, a la que PNUD se suma de #MENOSPLÁSTICOPANAMÁ”.

Sabiendo que Panamá está bañada por dos océanos ¿cómo incide el tema de la basura marina, tienen proyectos vinculados al tema y qué han logrado?

“Desde el PNUD, por medio del Laboratorio de Aceleración, hemos estado trabajando con diversos aliados en iniciativas que nos permiten monitorear y evaluar, por ejemplo, basura marina y micro plásticos. Además, existen políticas públicas que tienen la mirada puesta en la economía circular, en la conservación terrestre y marina reduciendo, minimizando, eliminando, desechos, especialmente, los plásticos de un solo uso, como la Política Nacional de Océanos, la Política Nacional de Humedales, la Estrategia Nacional de Biodiversidad, la Política de Basura Cero, por lo que ahora nos toca enfocar la mira en implementarlas.

Este año pusimos en marcha un proyecto con la asistencia técnica de la Universidad Tecnológica de Panamá, por medio de la Iniciativa del PNUD – Azuero Sostenible, para capacitar a funcionarios del Ministerio de Ambiente con las acciones frente a los océanos y los desechos sólidos. El centro de la capacitación se desarrolló en la provincia de Los Santos, en el distrito de Pedasí, con el fin de aportar datos invaluables a los orígenes de basura marina y micro plásticos en nueve provincias y dos comarcas indígenas.

Los inventarios de basura marina y micro plásticos permitirán un monitoreo de las playas que construirá una base de evidencia para incidir en la contaminación marina desde la causa raíz e informar a políticas y programas que apoyan la recuperación verde, porque sabemos que la basura plástica es un contaminante emergente que se está reportando en casi todos los ambientes marinos. El impacto de ella en los ecosistemas es tremendo y pocos esfuerzos se han llevado en Panamá para entender este problema”.

¿Cómo se puede apoyar a las comunidades del interior del país que están siendo tan afectadas por la recolección de basura?

“El PNUD, bajo la iniciativa de Azuero Sostenible y su Laboratorio de Aceleración, hemos generado varios aprendizajes sobre la gestión municipal de los residuos sólidos en el sur de Azuero, en particular en Tonosí.

Los municipios rurales cuentan con retos enormes para hacer frente a la situación de los residuos sólidos, por lo que el fortalecimiento de los mecanismos de participación de la ciudadanía y la articulación de esfuerzos de actores a nivel local son claves para optimizar los recursos limitados que estos tienen, caso interesante es el de la iniciativa Tierras Altas Municipio Verde, quienes han demostrado cómo se pueden construir alternativas para el manejo de los residuos sólidos desde los gobiernos locales.

También hemos acompañado el diseño de procesos de participación a nivel comunitario para generar acción colectiva desde los gobiernos locales para articular e innovar en la gestión municipal de residuos sólidos. Como resultado se generó un diagnóstico sobre la situación de los residuos sólidos en Tonosí, un Plan Municipal de Gestión de residuos y se ha puesto en marcha un proyecto piloto de reciclaje en Tonosí: Al Ambiente Dile Que Si, un programa de recolección escalonado en alianza con la empresa privada, el gobierno y la sociedad civil.

Se enfoca en lograr varios objetivos, como el reducir los materiales reciclables —con un enfoque en plástico tipo PET— que llegan al vertedero de Búcaro en Tonosí. Un componente principal del piloto fue el establecimiento de un centro de acopio para garantizar una gestión financieramente sostenible que facilite replicar y escalar el programa.

Este centro es de suma importancia para la viabilidad del proyecto, ya que las comunidades rurales en Panamá presentan dos retos fundamentales para las empresas recicladoras: poca cantidad de material reciclable —por su baja densidad poblacional— y lo distantes que estas se encuentran, por lo que no resulta rentable el transporte del material recuperado. Con un punto céntrico de acopio, se espera que el Municipio de Tonosí podrá llegar a recuperar y redirigir volúmenes substanciales de su vertedero y a la vez generar una cadena de valor financieramente sostenible”.

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