Panamá analiza la transformación de sus bosques entre 2005 y 2015

Foto: La Estrella de Panamá. En enero de 2022, la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático analizará el estudio de MiAmbiente con el que Panamá podría solicitar financiamiento.

Tomado de La Estrella de Panamá

Un grupo de panameños estudia la transformación de los bosques del país, tomando como línea base 10 años, es decir, entre los años 2005 y 2015. El objetivo es verificar las regeneraciones de la cobertura boscosa, lo que le permitirá al país solicitar financiamiento local e internacional, dieron a conocer este viernes en un comunicado.

Este estudio culminó este mes de diciembre de 2021 tras empezar en mayo pasado. Ahora, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) iniciará con los cálculos, ajustes y control de calidad, para que sea sometido a evaluación a la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) a más tardar el 10 enero del 2022.

Con el estudio de alto nivel técnico, los profesionales de las direcciones de Cambio Climático y de Información Ambiental del MiAmbiente evalúan la permanencia en pie de todos los tipos de bosques en Panamá, como: bosque maduro, bosque secundario, rastrojos, bosque de manglar, plantaciones Latifoliadas y de coníferas, además de sus variaciones.

Mediante el estudio tratan de determinar si hubo cambios de bosques a pastos, o algún tipo de cultivos o asentamientos. Para ello, realizan giras de campo en diversos puntos del territorio nacional, para corroborar la realidad ‘ex situ’ versus lo plasmado en estudios previos.

En el caso de los bosques secundarios remueven de la atmósfera en promedio 4.9 toneladas de dióxido de carbono por hectárea por año (esto equivale a absorber las emisiones generadas por 23 vehículos durante un año). El saber si contamos con más espacios como este, ayuda conocer la capacidad de captación de emisiones que tiene el istmo y establecer iniciativas nacionales que nos permita mantenernos en el carbono negatividad.

Marcial Arias, especialista de cambio climático del MiAmbiente, informó que lo que hace carbono negativo a Panamá son las tierras boscosas. “Nuestros bosques tienen la capacidad de absorber las emisiones de otros subsectores productivos del país como los son los sectores de energía, transportes, ganadería, procesos industriales y desechos, por mencionar los principales”, añadió.

Arias hizo énfasis en que esta iniciativa invita a seguir reduciendo las emisiones por deforestación y degradación forestal y a aumentar nuestras absorciones de CO² a través de la reforestación y conservación de las zonas boscosas.

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