Conoce más sobre las vacunas contra el virus Covid-19
Por: Yolanda Sánchez
En busca de una vacuna efectiva contra el virus Covid-19 se encuentran varios laboratorios del mundo. Gracias a esa necesidad de encontrar la vacuna que contrarreste el mortal virus, se ha presentado la oportunidad para probar una tecnología que se desarrolla desde hace unos 30 años, esta es la vacuna genética. Esto significa que mediante la ingeniería genética, los científicos pueden lograr que nuestras células produzcan una parte del virus, de esta manera se enseña al organizmo a crear anticuerpos que lo contrarresten, es decir, nuestro sistema inmune reaccionaría y se protegería contra él. Esta tecnología trae varias ventajas, entre ellas es que evita que la persona se enferme luego de recibido el medicamento.
Ante este panorama, surgen muchas interrogantes sobre la efectividad de esta tecnología, por lo que es importante conocer más acerca de este tema.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, entre las 187 vacunas en desarrollo, 40 son vacunas genéticas. 10 se están probando en humanos y hay 2 que se encuentran en fase 3. Estas son: Pfizer (Estados Unidos), BioNTech (Alemania) y Fosun (China).
Desarrollo de la vacuna genética
¿Cuál sería el procedimiento con este tipo de vacuna? Es una de las interrogantes que se plantean acerca de esta tecnología, por lo que los científicos explican el procedimiento:
En lugar de inyectar en el cuerpo humano un virus o parte de él, las vacunas genéticas hacen que el propio cuerpo produzca la proteína del virus. Esto se logra inyectando la parte del código genético viral, el que es absorbido por las células, la que produce la proteína, alertando al sistema inmunológico.
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A diferencia de las vacunas comunes, es que no se necesitan grandes cantidades de virus como materia prima, sino que se crea en un laboratorio la secuencia genética, por lo que es más rápida de producir.
Una de las grandes ventajas de este medicamento es que no existe el riesgo de que la persona se enferme al vacunarse, lo que sucede con frecuencia con las vacunas convencionales.
Norbert Pardi, un investigador de la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, opina que esta tecnología es muy prometedora, pues las vacunas generan una respuesta del sistema inmunológico muy eficaz.
Este tipo de vacunas se encuentran en la última fase de estudios de eficacia y se están probando en humanos, por eso habrá que esperar a ver los resultados. Sin embargo, el investigador y profesor dice ser optimista, y cree que al menos una o más de las vacunas genéticas que se están analizando serán aprobadas, abriendo el campo de las vacunas genéticas.
¿Cómo actúa la vacuna en nuestro organismo?
Esta vacuna, una vez absorbida por nuestras células, funciona como un manual de instrucciones para la producción de la proteína viral. La célula produce esta proteína y la exhibe en su superficie o la libera en el torrente sanguíneo, lo que alerta al sistema inmunológico.
El objetivo es hacer que nuestras células produzcan la proteína del coronavirus conocida como espícula, que tiene una gran capacidad para generar una respuesta del sistema inmunológico.
«Creo que estas vacunas tienen potencial. Los resultados publicados muestran que inducen la producción de una gran cantidad de anticuerpos que neutralizan el virus. La prueba final será ver si esta protección es duradera», dice el inmunólogo Jorge Kalil.
¿Vacunas de ADN o ARN?
Información presentada por BBC News, indica que en un principio se creía que sería mejor hacer este tipo de vacuna utilizando ADN, la molécula que contiene toda la información genética de un organismo y que nuestras células utilizan para fabricar las proteínas que componen nuestro cuerpo. Pero para que esto suceda, el ADN primero debe transformarse en moléculas de ARN, que trasladan esa información a la parte de la célula donde se producen las proteínas.
Los científicos creían que al inyectarnos el ADN del virus, nuestras células podrían absorberlo y, una vez dentro de ellas, transformarlo en ARN para que luego se pudiera producir la proteína en ese microorganismo, lo que iniciaría la reacción inmune. Pero las pruebas realizadas hasta ahora mostraron que las vacunas de ADN no producen una respuesta inmune lo suficientemente fuerte en humanos, algo que no se explican los científicos.
Otra alternativa es usar ARN directamente. El problema es que esta molécula es capaz de generarnos una inflamación muy fuerte que nos puede matar. También es mucho más inestable que el ADN y se descompone fácilmente en nuestro cuerpo.
«Tenemos en nosotros, en todas partes, enzimas que atacan al ARN. Si se inyecta sin estar protegido, se destruye rápidamente», describe Jorge Kalil, director del Laboratorio de Inmunología del Instituto del Corazón (Incor).
BBC News
Pero en los últimos 15 años, los científicos encontraron una forma de envolver esta molécula para evitar que se descomponga y llegue a la célula. También lograron reducir el potencial inflamatorio del ARN.
«La expectativa es que, en algún momento a partir de ahora, cuando dominemos esta tecnología, muchas vacunas en el futuro serán de este tipo«, asegura Kalil.
Covid-19 es una enfermedad nueva, muy contagiosa y mortal, para la que aún no existe una vacuna. Crear una es urgente. Hacerlo suele costar decenas o cientos de millones de dólares, pero ahora los gobiernos y las organizaciones están invirtiendo mucho dinero. Cuando una vacuna esté lista, los países de todo el mundo estarán interesados en comprarla.
«El momento nos obliga a actuar con rapidez, seguridad y calidad. Nuestro papel es presentar datos robustos a las autoridades», afirma Márjori Dulcine, de Pfizer.