Día Mundial de los Humedales
Fuente: La Estrella de Panamá
El concepto de humedales muchas veces es relacionado solo con los manglares, los que representan uno de los diversos ecosistemas que se incluyen en este término; que fue adoptado a partir de 1971 (Irán), en la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Convención de Ramsar) y es que el concepto humedal engloba a todos los ecosistemas con componentes acuático, ya sea dulce, salado o salobre, permanente o temporal, que no sobrepase los seis metros de profundidad. Los humedales entonces incluyen a los ecosistemas acuáticos más productivos del planeta, como arrecifes de coral, manglares, estuarios y ríos.
Los humedales encierran una gran cantidad de recursos naturales, siendo el principal, el agua que los baña y que brinda una plataforma para que se desarrolle una gran cantidad de relaciones biológicas que permiten la realización de procesos ecológicos que aseguran el equilibrio de estos sistemas y de toda la biodiversidad que se desarrolla en ellos. Estos mismos humedales representan fuentes de reserva de agua, un elemento esencial para la vida, y que en los últimos años ha mostrado cada vez más su importancia.
Esta misma función que les permite retener agua, es la que los convierte en barreras naturales contra fenómenos como las inundaciones, que son cada vez más comunes, debido a los malos usos que se les dan a los suelos, en busca de extender la frontera agrícola, ganadera y urbana. También protegen las costas de la erosión provocada por las mareas y el oleaje. Los humedales contienen ecosistemas importantes para la fijación de dióxido de carbono (CO2) y ayudan así a mitigar los impactos generados por el cambio climático que actualmente azota el planeta.
Lamentablemente, los humedales siempre han sido vistos como zonas anegadas que solamente producen insectos dañinos para todos, lo que ha resultado en prácticas insostenibles que buscan cambiar sus propiedades naturales para poder aprovechar esos terrenos para el desarrollo de proyectos, sin tener en cuenta el rol que juegan estos repositorios de agua, en los ciclos vitales de una gran diversidad de organismos y en la generación de una alta cantidad de servicios ecosistémicos, que de manera sostenible pueden generar ingresos económicos importantes para las comunidades que viven cerca de estos sistemas acuáticos.
Es importante indicar que muchas veces los ecosistemas que se engloban en el concepto de humedales, están relacionados directamente entre ellos; esto hace que lo que amenace o afecte a uno, puede tener un impacto directo en otro. Cobra así, mucha mayor relevancia si tenemos en cuenta que las actividades que se desarrollen incluso en humedales en zonas montañosas, alejadas de la costa, pueden llegar a afectar drásticamente ecosistemas marino-costeros como los manglares y los corales, que paradójicamente están separados por muchos kilómetros de distancia, pero, están unidos por una gran cantidad de venas de agua que los conectan.
Dentro de la variedad de humedales presentes en el país, hay cinco que cuentan con reconocimiento internacional y que son denominados Humedales de Importancia RAMSAR, debido a una serie de características ecológicas y a que sirven como refugio de una alta diversidad de especies acuáticas migratorias. Estos humedales son: Bahía de Panamá, el Golfo de Montijo (Veraguas), San San Pon Sak (Bocas del Toro), Punta Patiño (Darién) y Damani Guariviara (Comarca Ngäbe Buglé).
En este aniversario cincuenta del Día Mundial de los Humedales, hacemos el llamado a que todos aporten para la protección y conservación de estos ecosistemas tan importantes para el país y el mundo y exhortando a todos los actores y usuarios de ellos, a que aseguren su uso responsable para aprovechar los beneficios ecosistémicos que se generan a través de ellos y asegurar su disponibilidad para las siguientes generaciones.