Por: Yolanda Sánchez

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) realizó una encuesta con la finalidad de dar a conocer el impacto que ha tenido la pandemia en Panamá.

La encuesta telefónica, realizada entre los meses de abril a junio y cuyos resultados fueron revelados a finales del mes de julio, se denominó “Situaciones de familias con niños, niñas y adolescentes durante el COVID-19 en Panamá”. El informe brindado indica que más del 70% de los hogares encuestados ha sufrido pérdidas parciales en sus ingresos, lo que ha mermado la calidad de vida de los panameños, sobre todo los más vulnerables. Por otro lado, revela que la ayuda gubernamental no es suficiente para cubrir las necesidades alimentarias de la población. Además, se muestra una baja considerable en la calidad de la educación por la deficiencia en cuanto a tecnología, el no contar con espacios adecuados en sus hogares para el estudio, entre otras limitantes, las que no permiten a los estudiantes aprovechar al máximo el proceso de enseñanza. Aunado a esto, está el problema de la falta de servicios médicos, sobre todo en entre la población más pobre, pues se indica en el informe que un porcentaje considerable no tuvo acceso a dichos servicios.

La pandemia ha causado una decadencia en la calidad de vida de los panameños en todos los niveles, pero se ve marcado en las áreas de pobreza y pobreza extrema, aunque el estudio obvió la provincia de Darién y las comarcas, consideradas las áreas más pobres del país.