La ictiología como herramienta en la determinación de la calidad del agua en los ríos

Foto: La Estrella de Panamá. Con la obtención de datos al monitorear la calidad del agua es posible tomar decisiones responsables frente al manejo del agua, controlar a largo plazo la calidad de los cuerpos de agua dentro de la cuenca y establecer un programa de monitoreo de calidad de agua para validar, mejorar o cambiar las acciones tomadas para la conservación.

Fuente: La Estrella de Panamá

En la publicación ‘Guía para la evaluación de la calidad del agua superficial en microcuencas cafeteras de Colombia’, de la asociación público-privada Gestión Inteligente del Agua – Manos al Agua, se plantea que la calidad del agua superficial es vital al diseñar medidas que garanticen a largo plazo, su buen estado.

La calidad del agua en las cuencas se establece de acuerdo con el lugar de localización, entendiéndose así la importancia de estudiar la cuenca alta, donde nace el río principal que la conforma (río de montaña); la cuenca media, ubicada en la mitad geográfica de la misma; y la cuenca baja, aquella que contiene a las dos primeras y descarga el caudal de la cuenca en el mar o en algún punto intermedio de otra cuenca.

Un aspecto clave en este desafío es monitorear el estado de las cuencas, desafío que requiere técnicas que generen información sobre la cantidad y calidad de agua presente dentro de ellas; al igual que la determinación de índices que brinden información acerca del estado fisicoquímico, biológico y microbiológico del agua y de la calidad del hábitat de los peces que viven en ellas.

l estudio de los peces se realiza desde la ictiología, palabra de origen griego.

Con la obtención de datos al monitorear la calidad del agua es posible tomar decisiones responsables frente al manejo del agua, controlar a largo plazo la calidad de los cuerpos de agua dentro de la cuenca y establecer un programa de monitoreo de calidad de agua para validar, mejorar o cambiar las acciones tomadas para la conservación.

Ictiología, actividades antropogénicas y calidad del agua

Plutarco Cala-Cala, profesor emeritus de la Universidad Nacional de Colombia, a través de la publicación ‘Medio ambiente y diversidad de los peces de agua dulce de Colombia’, de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, indica que “de las 68,511 especies de vertebrados vivientes del mundo, más de la mitad (34,401) de especies son los peces. Ellos surgieron y comenzaron a irradiar hace más de 500 millones de años y tanto ahora como en el pasado exhiben incomparable diversidad en su morfología, en los hábitats que ocupan, en su fisiología y en su comportamiento”.

Cala-Cala señala que “los peces incluyen una amplia gama de adaptaciones sorprendentes a casi todos los ambientes acuáticos de la Tierra”.

Siendo los peces relevantes en la comprensión de la evolución de los hábitats, estos han sido sistematizados y clasificados.

La sistemática es el estudio de la diversidad biológica, incluyendo la reconstrucción de las relaciones filogenéticas (genealógicas) de los organismos, y la taxonomía es la parte de la sistemática que se ocupa de la teoría y la práctica de describir la diversidad y erige las clasificaciones.

La clasificación es la práctica de la organización de elementos en grupos o categorías, y la organización resultante se denomina una clasificación. La clasificación contiene la especie en estudio.

En general, el objetivo de construir una clasificación de un grupo de organismos es reflejar lo que se cree que son las relaciones evolutivas de los diferentes taxones en un sistema jerárquico de grupos denominados.

El documento de Cala-Cala señala que debido a la abundancia de especies de peces de agua dulce en las cuencas tropicales, es posible estudiar el deterioro o extinción de su hábitat a través de mediciones sobre cuán impactados están sus ecosistemas acuáticos y sus habitantes ícticos por la actividad antropogénica.

Consecuencias adversas como los represamientos de ríos o la construcción de embalses sobre las poblaciones de peces, los cambios de los ciclos acuáticos como resultado de la desforestación, de las alteraciones climáticas y del impacto potencial de la introducción de peces exóticos y trasplantes sobre la fauna nativa, pueden causar a largo plazo impactos severos sobre la calidad del agua y biodiversidad en los sistemas acuáticos.

Cuantificación de la degradación de los ecosistemas ícticos

Cuando determinamos la calidad del hábitat de los peces de agua dulce, la calidad del agua en el cauce de los ríos y comparamos su degradación del hábitat con hábitats sin intervenciones antropogénicas, es posible entender cómo ocurrió la degradación del lugar para proponer medidas de recuperación que permitan la recuperación y conservación de las cuencas.

La cuantificación de la degradación de los hábitats y sus ecosistemas puede realizarse a través de la evaluación de la calidad ambiental de ríos a través de los índices de calidad conocidos, como el índice del hábitat fluvial (IHF) y el índice de calidad del Bosque de Ribera (QBR).

El índice del hábitat fluvial (IHF) se refiere a un índice de evaluación rápida, que valora la heterogeneidad y potencialidad del hábitat de 0 a 100, asociado a que a mayor diversidad del hábitat, mayor riqueza biológica.

El índice de calidad del bosque de ribera (QBR) es un índice que permite cuantificar la calidad ambiental del bosque, sintetizando la información de distintas características y atributos de estos, es decir, determina la presencia o ausencia del bosque de ribera, el estado de conservación y de composición de la ribera del bosque (bosques de galería).

De esta forma la calidad del agua en los ríos puede ser determinada al asociar el estado de la ictiofauna con la degradación del ambiente y los valores que tengan las características del agua, como el oxígeno disuelto, los nitritos y nitratos, por mencionar algunos.

Esta forma de determinación permite tener un panorama amplio de los factores que influyen en la calidad del agua con capas de información asociadas una con otra.

Estudios como el ‘Inventario ictiológico en la cuenca del río Balsas, parque nacional Darién, Panamá’, de la Universidad de Panamá y el Instituto de Ciencias Ambientales y Biodiversidad (ICAB), desarrollado por los autores Humberto A. Garcés B. y Jorge García R. , apoyan la determinación de la calidad del agua al proporcionar el inventario ictiológico realizado en la cuenca media del río Balsas dentro del Parque Nacional Darién, República de Panamá, con el objetivo de determinar la composición y distribución de las poblaciones de peces de agua dulce.

Los proyectos de investigación científica ‘Impacto ambiental de multiestresores del ecosistema acuático del área metropolitana de Panamá’ y ‘Análisis de los impactos ambientales, con énfasis en los indicadores de biodiversidad íctica, en la cuenca del río Caimito, Panamá Oeste, República de Panamá’, ambos financiados por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), impulsan la identificación de la ictiofauna asociada a varios de los ríos del área este y oeste de Panamá para determinar la degradación de los hábitats en estos ríos, de manera que se pueda promover la importancia de la biodiversidad presente en las cuencas del área metropolitana como aporte al conocimiento del capital natural por parte de la ciudadanía.

La comprensión holística de las relaciones dependientes e independientes de la degradación de los hábitats en ríos, causadas por desviaciones de cauces para optimizar las corrientes de agua hacia el consumo humano, agrícola e industrial; el relleno de áreas inundables para urbanizaciones o centros comerciales, es clave en la conservación de los ecosistemas acuáticos de agua dulce.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).

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