La tala ilegal impacta a los parques Soberanía y Chagres
Fuente: La Prensa
Los parques nacionales Soberanía y Chagres, entre Panamá y Colón, se han convertido en dos de los principales puntos de extracción ilegal de madera, sobre todo de la valiosa especie Dalbergia retusa conocida como cocobolo.Las últimas retenciones e incautaciones del Ministerio de Ambiente y la Policía Nacional dan cuenta que no se trata de casos aislados, si no de crimen organizado.Por ejemplo, esta semana ambas entidades retuvieron en un puerto de la provincia de Colón un contenedor, que tenía como destino final China, con 500 tucas de esa especie de árbol valorado en más de un millón de dólares.El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, subrayó que luego de la persecución por parte de las autoridades policiales y ambientales en el oriente del país (Darién y Chepo, en Panamá), las redes que se dedican a este tipo de actividad criminal se han trasladado al área central de las provincias de Panamá y Panamá Oeste.
Para hacer frente a este nuevo escenario, Concepción detalló que hace más de un año, se organizó en el país, un equipo especializado, conformado por el Ministerio de Seguridad, la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de Ambiente, para perseguir los delitos ambientales. “Cada semana este equipo conocido como Equipo Multidisciplinario Especializado en Ambiente (EME) realiza captura de personas vinculadas a delitos ambientales. La Fiscalía Superior Ambiental participa también en este equipo”, dijo. El ministro recordó que debido al incremento de estos casos es “importante” que la Asamblea Nacional apruebe el proyecto de ley que aumenta las penas por delitos ambientales, el cual sólo recibió primer debate. El valor El parque Soberanía tiene 19 mil 500 hectáreas protegidas, constituyendo junto al parque Camino de Cruces y el Lago Gatún el corredor biológico en la zona este del Canal de Panamá. Mientras que el Parque Chagres cuenta con 129 mil 585 hectáreas y cubre cerca del 29.3% de la cuenca del Canal de Panamá. Ambas áreas protegidas son consideradas por los ecologistas con un pulmón para Panamá y Colón, por la importante biodiversidad que concentran.