Las lluvias y su impacto en el orden y diseño de las ciudades

Foto: La Estrella de Panamá. En Panamá el régimen pluviométrico, es decir, el comportamiento de las lluvias a lo largo del año, promediando el monto de las precipitaciones, está demarcado por temporada lluviosa y temporada seca.

Fuente: La Estrella de Panamá

La agencia del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) se refiere a la lluvia como una parte esencial del ciclo del agua que después de condensarse y formar gotas de diferentes diámetros, adquiere peso y se precipita a la superficie terrestre como gotas de lluvia.

En el caso de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia (del latín pluvia) es un fenómeno atmosférico de tipo acuático que se inicia con la condensación del vapor de agua contenido en las nubes.

Ambas definiciones indican que la lluvia no cae en la misma cantidad alrededor del mundo, e incluso su cantidad varía de un lugar a otro, aunque estos lugares sean cercanos. Esta variación genera patrones que permiten conocer en qué lugar llueve más o llueve menos.

Estos patrones son estudiados por agencias de meteorología que se encargan de ampliar, operar y mantener la red de observación meteorológica e hidrológica de un país, de manera que sea posible levantar información sobre variables del clima para que, una vez sea procesada, pueda estar disponible para los diferentes usuarios del país.

En Panamá, la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) a través de su sección de hidrometeorológica, es la encargada de obtener los datos, procesarlos, determinar patrones o condiciones importantes que emerjan del análisis de los datos y poner toda esta información a la disposición de los sectores, para lograr el desarrollo sostenible de los recursos naturales de Panamá.

Etesa clasifica la información por regiones y una vez analizada, la entrega según la localización de la región, ya sea la región del Pacífico, la región del Atlántico o la región Central.

La región del Pacífico se caracteriza por abundantes lluvias, con intensidad de moderadas a fuertes, acompañadas de actividad eléctrica que ocurre especialmente en horas de la tarde.

En la región Central las lluvias se caracterizan por ser entre moderadas a fuertes, y porque se producen por lo general después del mediodía.

En la región del Atlántico las lluvias son abundantes y ocurren durante casi todo el año.

El periodo de lluvias en Panamá

En el país, el régimen pluviométrico, es decir, el comportamiento de las lluvias a lo largo del año, promediando el monto de las precipitaciones, está demarcado por la temporada lluviosa y la temporada seca; la primera comienza a partir del mes de mayo y dura aproximadamente hasta el mes de noviembre, siendo los meses de octubre y noviembre los más lluviosos; y la temporada seca o meses con poca lluvia ocurre entre diciembre a abril, exceptuando la vertiente del Caribe donde llueve casi todo el año.

¿Para qué sirven las lluvias?

En el documento ‘Captación y almacenamiento de agua de lluvia: opciones técnicas para la agricultura familiar en América Latina y el Caribe’, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), enfatiza que el agua es un recurso natural limitado, de utilización amplia y esencial para la vida, cuya pérdida de calidad puede ocurrir fácil y rápidamente, razón por la cual debe ser preservada en cualquier circunstancia de suministro que se presente.

Cada gota de lluvia cuenta en la contabilización o balance que se genera en el ciclo de agua, y cuando se rompe el balance del ciclo, aparecen los problemas en otras fases del ciclo, tanto en el presente como en el futuro.

Es por esto que las lluvias sirven para abastecer las distintas partes del ciclo del agua y son, sin lugar a dudas, uno de los ejes centrales en los puntos de abastecimiento de los seres vivos, tanto para obtener agua de bebida, como para cultivar sus alimentos o movilizarse de un lugar a otro (barcos).

¿Cuáles son los caminos que pueden tomar las gotas de lluvia?

El agua que se precipita en forma de lluvia puede depositarse en la superficie vegetal, situación que ocurre en caso de lluvias muy cortas y/o de bajo volumen de precipitación y en situaciones en que la vegetación es muy densa.

Aprovechando la geología del lugar y el tipo de poros de acuerdo con el suelo, puede infiltrarse en los poros del mismo o en las rocas fracturadas en las montañas y de acuerdo a la velocidad con que viaje, puede infiltrase lenta o rápidamente.

¿Cuál es la lluvia con la que se puede contar?

La FAO plantea la pregunta: ¿Cuál es el valor de precipitación que realmente se puede usar en una localidad, tomando en cuenta que se trata de un factor aleatorio y no controlable?

Y la responde indicando que los datos de precipitación, a los que hace referencia, están generalmente disponibles en promedios mensuales en los servicios meteorológicos, sin embargo, los promedios absorben el comportamiento horario de la lluvia y pueden sesgar la cantidad con la que se puede contar en días del año.

Los milímetros de lluvia o de escorrentía se calculan midiendo la altura del nivel de lluvia en un área específica; por ejemplo, en un metro cuadrado, es decir, se mide un área de un metro por un metro y la altura a la que llega el agua de lluvia, que depende de cuánto está lloviendo por esa área, lo que representa cuántos milímetros de lluvia cayeron dentro de esa zona.

¿Cómo sería si decimos que el promedio de lluvias es de 30 milímetros mensuales y ese promedio lo utilizamos para diseñar o dimensionar una estructura de almacenamiento de agua lluvia? Estaríamos diseñando una estructura que, en verano no llegaría a sus niveles máximos y en la época lluviosa probablemente se desbordaría, por lo que, la cantidad de lluvia requiere que la contabilicemos con equipos continuos de medición.

¿Cómo podemos captar la lluvia?

Con la lluvia que se puede contar, es posible dimensionar sistemas para la captación de agua de las precipitaciones de techos, porque esta pueden destinarse al consumo humano y utilización doméstica, por sus buenas características de calidad, normalmente mejor que el agua captada en otras estructuras.

Lo primero es pensar en el techo, que, por su condición impermeable, produce un volumen de escorrentía cercano al volumen de lluvia, el cual es captado aprovechando su posición elevada e inclinada que facilita la captación y almacenamiento del agua.

Además, se necesitan canaletas (carriolas) colocadas en la parte inferior del plano inclinado para recoger la escorrentía del techo y, por una tubería, la conducen hacia la estructura de almacenamiento, generalmente tanques, de donde el agua es retirada para su utilización.

Los componentes para la captación de lluvias serían techo, las canaletas o carriolas, el acople de las carriolas con el tubo que conduce el agua lluvia al depósito para almacenarla.

Desafíos ciudadanos bajo las lluvias

Las lluvias representan para Panamá el abastecimiento de su mayor riqueza, los recursos hídricos; no obstante, los ciudadanos se enfrentan a desafíos relacionados con las mismas, como por ejemplo, ¿cómo abastecerse de agua en las zonas urbanas o periurbanas? ¿Cómo las niñas y jóvenes pueden tener acceso a agua potable para asistir al sistema educativo?

En ambos casos, instalar un sistema de captación de agua de lluvia permite la dotación del líquido para el uso doméstico durante la estación lluviosa.

¡La lluvia es mágica y forma parte del ciclo de la vida, la educación y la economía!

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).

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