Proyecto busca promover el uso de la filosofía bioclimática en Panamá
Fuente: La Estrella de Panamá
Una edificación a energía cero es una construcción que no necesita consumir electricidad de la red, donde todo el sistema energético que esta obra requiere es producido por ella misma a través de una generación local por fuentes renovables, así lo indica Dafni Mora, ingeniera mecánica.
En la actualidad en Panamá, los edificios son responsables del 60% del consumo eléctrico nacional a través de los sectores residencial, comercial, público, y de oficinas privadas, según estadísticas de la Secretaría Nacional de Energía (SNE) y del Plan Nacional de Energía, indica la experta.
Mora, investigadora principal del ‘Proyecto de evaluación de soluciones de bajo consumo con miras a edificaciones a energía cero en Panamá’, por el cual fue reconocida recientemente durante la primera edición de los premios ’25 mujeres en la ciencia: Latinoamérica’, junto a su cofundador Miguel Chan Austin, desarrollaron el plan que consiste en la realización de una evaluación sistemática de las técnicas pasivas y semipasivas (de bajo gasto) que buscan reducir el uso eléctrico debido al acondicionamiento del aire, con el fin de alcanzar la clasificación basada en el concepto conocido como ‘edificaciones a energía cero o casi cero’.
El objetivo de esta planificación es “evaluar la viabilidad de diferentes técnicas de bajo consumo mediante simulación térmica-energética con miras a edificaciones de energía casi cero en Panamá, considerando las condiciones ambientales y el comportamiento del ocupante”, explica, durante una entrevista con La Estrella de Panamá.
Según información reseñada en el portal de Energía Confort en Edificaciones Bioclimáticas (ECEB) de la Universidad Tecnología de Panamá (UTP), el proyecto también tiene como fin, evaluar mediante simulación el desempeño energético de edificaciones de uso residencial y uso comercial en Panamá, cuantificar la incidencia del comportamiento de los ocupantes en el desempeño energético de un edificio a través de la aplicación de encuestas, la simulación y de igual manera desarrollar modelos para predecir la ocupación de un espacio, mediante el uso de mediciones de parámetros ambientales.
Uno de los impedimentos para mejorar la eficiencia energética en edificios es la falta de conocimiento sobre los factores que determinan el uso final de la energía. Entre ellos se han identificado el clima, la envolvente, los sistemas, el diseño interior, las operaciones y el mantenimiento, y el comportamiento de los ocupantes en la construcción, revela el sitio.
Por otra parte, Mora prevé que los beneficios del proyecto para el país se traduzcan en reducir el consumo energético en una edificación (electricidad, gas, otros) a través de oportunidades de mejora a los sistemas como son el acondicionador de aire, la iluminación, que son los artefactos que consumen alrededor de 42% y 30%, así como suplir las necesidades energéticas restantes, a través de fuentes de energía renovables generadas de manera local, por ejemplo, con los paneles fotovoltaicos en el techo o ventanas.
“La transición a adoptar la filosofía de energía cero crearía un auge tecnológico y económico, en términos del aumento en la necesidad de obtener equipos eficientes, pero también en la descentralización de la generación energética. Esto provocaría una adaptación de nuestra red eléctrica actual, promoviendo la instalación de las redes inteligentes (o Smart Grid)”, sostiene.
El estatus actual
El proyecto se encuentra en la primera etapa de ejecución, prevista para dos años; se espera obtener resultados finales a mediados de 2022.
El impacto de la ejecución de este plan en el medioambiente sería la reducción significativa del consumo eléctrico en casi 72% y 40% en el sector público y residencial, respectivamente, de igual manera la reducción de emisiones de carbono asociadas, señala la investigadora.
Mora indica que se realizarían nuevas adecuaciones y recomendaciones que podrán ser incluidas en nuevas regulaciones del país para el sector residencial (edificios), siendo este el responsable de un elevado consumo eléctrico.
La ingeniera mecánica e investigadora manifiesta que hasta el momento no ha sostenido conversaciones con el gobierno en torno al proyecto; sin embargo, por ahora cuenta con aliados como la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y la UTP, en colaboración internacional con la Universidad de Calabria.
“Se tiene previsto, al finalizar el proyecto, presentar los resultados a algunas entidades relacionadas con los temas energéticos nacionales como la Secretaría Nacional de Energía y otros”, dice, y añade que parte de las tecnologías de bajo consumo que se tendrán previstas para el proyecto “están basadas en la filosofía bioclimática de diseño, del mismo modo, en la metodología biomimética y se estima la evaluación por medio de simulación energética”.
“Entre estos sistemas se encuentran el enfriamiento semipasivo nocturno (ventilación natural automatizada, enfriamiento radiactivo), modificaciones a la envolvente (fachadas o techos vegetales, cambio de fase, aislamientos, recubrimientos), aprovechamiento geotérmico inverso, utilización sistemática de la arborización (dónde y cuántos árboles colocar), entre otras”, argumenta.
Mora comenta que algunas de las iniciativas de la última década, debido a la necesidad de implementación de medidas que permitan mejorar la eficiencia energética a nivel nacional por parte de la SNE y del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) así como de los comités técnicos sectoriales, han consistido en medidas como el Decreto Ejecutivo 398 de 2013, la Ley 69 de 2012 y la Resolución N° 3142 del 17 de noviembre de 2016, que adoptan la guía de construcción sostenible para el ahorro de energía en edificaciones y medidas para el uso racional y eficiente de la energía para la construcción de nuevas edificaciones en la República.
Una oportunidad para el estímulo
Mora fue una de las dos científicas panameñas galardonadas en la primera edición de los premios ’25 mujeres en la ciencia: Latinoamérica’, organizado por la trasnacional 3M.
El pasado 11 de febrero se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Para celebrarlo, la compañía 3M realizó esta premiación en la cual reconoció el rol de las científicas latinoamericanas emergentes en diversas disciplinas y su labor con impacto social.
El objetivo de la premiación fue inspirar a mujeres y niñas a involucrarse en las ramas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, además de examinar y ofrecer soluciones tangibles para la desigualdad por raza, etnia o género que aún existen en las carreras científicas.
Mora sostiene que realzar el rol femenino en el ámbito científico permite visibilizar el trabajo de estas profesionales en Panamá, en las diferentes áreas del conocimiento a nivel nacional y de Latinoamérica.
“Hay aportes valiosos que se realizan a nivel nacional en los diferentes grupos de investigación, tanto en las instituciones públicas como en las privadas. Se pueden proponer ideas basadas en la ciencia, en las políticas y las decisiones con talento local”, comenta.