‘El plan del humedal bahía de Panamá debe ser muy participativo’: Rosabel Miró
Fuente: La Prensa
El Ministerio de Ambiente arrancó oficialmente con la elaboración del plan de manejo del área protegida Refugio de Vida Silvestre Humedal Bahía de Panamá, el cual se extiende entre Juan Díaz y Chimán.
Se trata de un proceso que comenzó en momentos en que la reserva ecológica afronta problemas como deforestación, asentamientos informales, extracción de arena y contaminación.
Este plan de manejo debió estar listo hace cinco años, según la Ley 1 de 2 de febrero del 2015 que creó el área protegida, ya que en su artículo 12 establecía que dicha herramienta ambiental debía desarrollarse en un plazo no mayor de dos años, es decir en 2017, pero hace unos meses fue adjudicada su elaboración a una empresa.
En ese contexto, esta semana se realizó un primer taller con la participación de representantes de organizaciones de la sociedad civil, empresas privadas y autoridades de instituciones.
El valor universal
Esta zona no solo es valiosa para Panamá, sino también para el mundo debido a que en 2003 fue declarada sitio de importancia mundial bajo la Convención Ramsar, tratado internacional para la conservación de humedales.
Rosabel Miró, directora ejecutiva de la Sociedad Audubón de Panamá, subrayó que este plan de manejo debe ser lo más participativo posible, ya que es una reserva ecológica que incluye a tres distritos de la provincia de Panamá.
Miró fue una de las que en 2012 llevó a cabo una campaña, junto a otras oenegés, para la conservación de este sitio, ya que la entonces administración gubernamental (2009-2014) intentó reducir sus límites.
“El plan de manejo del humedal debe ser muy participativo. Sabemos que no hay muchos fondos, pero se puede hacer divulgación y comunicación. Necesitamos que líderes comunitarios, empresas y más autoridades locales se involucren. Además, hemos esperado siete años por este proceso y el plan debe estar alineado con las normas internacionales de la Convención Ramsar”, puntualizó.
Por su parte, Susana Serracín, parte de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, sostuvo que, dada la importancia internacional y nacional que reviste el humedal por su valor estratégico y diversidad ecológica, es que se requiere con urgencia la elaboración de su plan de manejo, pues es una deuda y debía estar listo en 2017.
“Tenemos un lustro de mora y arrastre que debemos corregir. Lógicamente, por ello, se han exacerbado los problemas y amenazas por la contaminación, tala, rellenos y los asentamientos ilegales”, concluyó.