¿Es posible proteger las aguas subterráneas de la contaminación ambiental?

Foto: La Estrella de Panamá. Sistema de medición del nivel de las aguas subterráneas en el parque natural Drents Friese Wold en las cercanías de Appelscha en Denthe Países Bajos

Fuente: La Estrella de Panamá

Las aguas subterráneas se pueden definir como las que se encuentran por debajo de la superficie terrestre, dicho en otras palabras, es la parte de los recursos hídricos que están ubicados bajo el subsuelo y forman parte del recorrido del ciclo hidrológico.

La plataforma digital un-igrac.org del Centro Internacional de Evaluación de Recursos de Aguas Subterráneas (IGRAC), un Centro de Agua Subterránea Global de la Unesco, señala que el agua subterránea representa cerca del 30% del agua dulce del mundo, lo que constituye en promedio una tercera parte del agua fresca consumida por la humanidad.

Inclusive, en algunos casos, este porcentaje llega a representar hasta el 100% de la fuente de abastecimiento de varios lugares en el mundo.

En la publicación del Banco Mundial (BM) ‘Protección de la calidad del agua subterránea: guía para empresas de agua, autoridades municipales y agencias ambientales’, el BM indica que el agua subterránea forma parte de los recursos esenciales en la economía de los países, debido a la necesidad de su uso en los entornos urbanos y rurales de los países.

No obstante, en países latinoamericanos donde la explotación de recursos mineros, la agricultura extensiva y el riego en estas áreas, utilizan productos químicos para lograr una mayor producción de cada renglón, la contaminación de las aguas subterráneas es frecuente, por lo que su calidad se ve mermada a corto plazo.

En este contexto de desarrollo urbano y rural es imprescindible que los prestadores de servicio de agua potable y saneamiento contengan, dentro de su operación, estrategias de conservación de los recursos hídricos subterráneos, de manera que garanticen el futuro de uso a las nuevas generaciones.

¿De qué manera se contamina el agua subterránea?

Los acuíferos son las estructuras geológicas que contienen a las aguas subterráneas, sin embargo, se debe prestar especial atención entender que las características de los acuíferos dependen de su geología, es decir, de cuáles son la propiedades físicas y químicas que han dado origen a las formaciones geológicas en las que están contenidas o fluyen las aguas subterráneas.

Dependiendo de la formación existente que contiene a las aguas subterráneas, estas tendrán más sales de magnesio o calcio, lo que a su vez se verá reflejado en el sabor del agua al extraerla de los pozos.

Además de las características químicas que da la geología, la forma física, las fisuras en las rocas, su tamaño de poros y las estructuras de conexiones entre las formaciones geológicas, son la que aceleran o ralentizan las velocidades a las que viaja el agua entre las formaciones geológicas entre los puntos de recarga hasta los puntos de entrega natural o por extracción.

Dado que las áreas rurales o urbanas contienen a las poblaciones sobre ellas, y estas poblaciones se incrementan a través del tiempo a poblaciones con mayores densidades sobre las mismas áreas, las cargas de contaminación de residuos sólidos y de aguas residuales domésticas, industriales y comerciales aumentan, lo que contamina las aguas subterráneas bajo esas áreas con el desarrollo antropogénico, puesto que se ven sometidas al ingreso de la contaminación a través de sus estructuras geológicas o debido a la contaminación en los ríos del agua que recarga los propios acuíferos.

Corno consecuencia de estas actividades humanas en la superficie de los acuíferos, ocurre la contaminación dentro de ellos.

Algunas de las fuentes de contaminación por actividades humanas que no cuenten con el manejo apropiado pueden producir contaminantes. Es el caso de las actividades agrícolas, que pueden introducir en los acuíferos nitratos, amonio, pesticidas y organismos fecales. Las pinturas y esmaltes con un mal manejo de almacenamiento y disposición final inadecuada en botaderos o vertederos pueden introducir al agua alcalobenceno, hidrocarburos halogenados, metales, hidrocarburos aromáticos y tetracloroetileno, entre otros.

¿Cómo proteger de contaminación las aguas subterráneas?

Así como es relevante la geología para saber cuánto se puede extraer de agua de un pozo, igual de relevante es conocer cuáles son las características de cada estrato que separa el acuífero del suelo. Al conocer ambas características es posible determinar la vulnerabilidad de un acuífero contenido en roca caliza (geología) y la rapidez con la que el contaminante puede entrar en el acuífero si sobre la formación de roca caliza se encuentra un suelo arenoso altamente permeable.

Es decir, mientras más información sobre las características de la zona subsuperficial y subterráneas de los acuíferos se tenga, mayor prevención habrá para evitar actividades humanas sobre o cercanas al acuífero que lo contaminen.

Lo anterior indica que para proteger los acuíferos contra la contaminación es necesario modificar las prácticas actuales de cómo se decide utilizar el territorio e iniciar planes de ordenamiento territorial que conozcan dónde están ubicados los acuíferos, cuál es su extensión y puntos de recarga, de manera que los usos permitidos en esas áreas limiten las actividades que puedan contaminarlos.

El equilibrio entre la protección de los recursos hídricos subterráneos depende de cuánta información se tenga sobre ellos, de allí la importancia de contar con herramientas tecnológicas que permitan le uso inteligente de los mismos.

Tecnología y protección de las aguas subterráneas

Los autores Armando Hernández, Eric Cabrera y Modesto Gómez señalan en su artículo científico, ‘Integración de las nuevas tecnologías en el manejo de las aguas subterráneas’, que la adquisición automatizada de datos en tiempo real, el procesamiento sobre una plataforma integrada de Sistemas de Información Geográfica (SIG) es clave para crear modelos administrativos que permitan simular la gestión óptima de acuíferos.

Los autores concluyen que la utilización de modelos de administración con datos en tiempo real, permiten definir políticas óptimas de explotación, porque estos modelos están vinculados a la cantidad de agua que se extrae, al punto donde ocurre la extracción y a los efectos locales que sufre el acuífero de acuerdo con la cantidad de usuarios que se estén abasteciendo en ese momento.

Un ejemplo de un sistema de administración en tiempo real es el que se utiliza para la gestión del acuífero Edwards, ubicado en el estado estadounidense de Texas. Edwards es la fuente de agua potable para 2 millones de personas y es el principal suministro de agua para la agricultura y la industria en la región del acuífero. Los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) han desarrollado modelos numéricos de flujo de agua subterránea para determinar la cantidad de agua en el acuífero, la dirección en la que fluye y su velocidad. Esto les permite tomar decisiones inmediatas para protegerlo de contaminación y sobreexplotación.

Desafíos

Aunque el agua subterránea se encuentra como recurso en casi todas partes y su calidad es en general adecuada para ser usada como fuente de abastecimiento, el desafío mayor es lograr que su uso sea gestionado de acuerdo con un balance en su extracción, uso y recarga, permitiendo que el nivel del acuífero se recupere, para evitar la sobreexplotación y la contaminación.

Panamá requiere que los registros de extracción de agua subterránea sean digitalizados y monitoreados con sistema de alta tecnología, lo que permitiría que el sistema de gestión de extracción, conservación y recarga de las aguas subterráneas se reflejara en tiempo real, para la conservación de los recursos hídricos subterráneos a nivel de país.

También te podría gustar...