Impacto del plástico en la salud del ser humano
Por: Yolanda Sánchez
Hace mucho tiempo, el panorama en cuanto a contaminación ha variado, puesto que la cantidad de plástico en los mares ha aumentado considerablemente, trayendo como consecuencia afectaciones a la vida marina. Pero esto no termina allí, pues producto de esta situación esta contaminación está afectando la salud del ser humano. Las afecciones a la salud de los humanos van desde cancerígenas, cardiovasculares o enfermedades relacionadas con el sistema nervioso y reproductivo.
Según «Amigos de la Tierra», el estudio «Plástico y Salud. El Coste oculto de un planeta de plástico» revela investigaciones relacionadas con riesgos de toxicidad que el plástico supone para el cuerpo humano en cada una de las fases de su ciclo de vida. El estudio ha sido elaborado por el Center for International Environmental Law (CIEL), Earthworks, Global Alliance for Incinerator Alternatives (GAIA), Healthy Babies Bright Futures (HBBF), IPEN, Texas Environmental Justice Advocacy Services (t.e.j.a.s.), University of Exeter, y UPSTREAM.
Se han realizado investigaciones años atrás sobre el impacto del plástico, las mismas han estado centradas en momentos puntuales del ciclo de vida, y para un producto concreto. Este enfoque no permitía reconocer la implicación compleja de los efectos del plástico, en todo su ciclo de vida, sobre la salud humana. No tenía en cuenta sus impactos desde su origen en refinerías, pasando por su consumo cuando entra en contacto con alimentos, hasta los impactos finales de la gestión del plástico como residuo, así como la presencia de microplásticos en aire, agua y suelo.
Aunque muchos de los artículos plásticos se descomponen en el medio ambiente por ser biodegradables, muchas micropartículas de estos permanecen por largos periodos de tiempo en el entorno, siendo finalmente consumidos por animales, o las personas al consumir estos, al beber o respirar.
Charles Rolsky, investigador de la Universidad Estatal de Arizon, en un estudio presentado por el Congreso virtual de Otoño de la Sociedad Americana de Química (ACS), indica que hoy, «se pueden encontrar plásticos contaminando el medio ambiente en prácticamente todos los lugares del mundo, y en pocas décadas, hemos pasado de ver el plástico como un beneficio maravilloso a considerarlo una amenaza».
Algunas investigaciones han demostrado que los plásticos pueden atravesar el tracto gastrointestinal humano, pero los autores de este estudio quisieron averiguar si estas minúsculas partículas se acumulan en otros órganos humanos y con qué efectos. Para ello, analizaron 47 muestras de tejidos del cerebro, y de los cuatro órganos más expuestos a la filtración de microplásticos son los pulmones, el hígado, el bazo y los riñones. Al mismo tiempo, diseñaron un programa informático que convertía la información sobre el recuento de partículas de plástico en unidades de masa y superficie y que será de acceso universal para que otros investigadores puedan compartir sus resultados y generar una base de datos abierta que permitirá a los científicos «comparar las exposiciones en órganos y grupos de personas a lo largo del tiempo y del espacio geográfico», detalla el jefe del laboratorio, Rolf Halden.
El método permite a los investigadores detectar docenas de tipos de componentes plásticos en los tejidos humanos, incluidos el policarbonato (PC), el polietileno tereftalato (PET) y el polietileno (PE). Los resultados del estudio confirmaron la presencia de plásticos en todas las muestras, y el bisfenol A (BPA), que todavía se utiliza en muchos envases de alimentos a pesar de los problemas de salud que provoca, apareció en las 47 muestras humanas.
Según explican los investigadores, este estudio es el primero que examina la presencia de micro y nanoplásticos en los órganos humanos de individuos con exposición ambiental. Para ello, los donantes de tejidos proporcionaron información detallada sobre su estilo de vida, su dieta y sus exposiciones ocupacionales, lo que permitirá concretar cuáles son «las posibles fuentes y rutas de exposición micro y nanoplástica», asegura Halden.
«No queremos ser alarmistas, pero es preocupante que estos materiales no biodegradables que están presentes en todas partes puedan entrar y acumularse en los tejidos humanos, porque no conocemos los posibles efectos sobre la salud», advierte Varun Kelkar, coautor del estudio.
Como estas, hay muchas más investigaciones concernientes a los efectos dañinos del plástico tanto en la vida humana como en los demás seres vivos.
Como algunas de las medidas que se están tomando para disminuir el uso de plásticos es el reciclaje de algunos envases que pueden tener otro uso. Por otro lado, Panamá entró en la lista de países que que han prohibido el uso de bolsas plásticas, con el objetivo de disminuir el impacto que estas causan en el ambiente.
Desde el 20 de julio de 2019 entró en vigencia la Ley No. 1 de 2018 para supermercados, minisúper, abarroterías y comercios minoristas. Además, en enero de este año 2020 esta regulación se amplió a almacenes y mayoristas. Panamá es el primer país de Centroamérica en implementar esta medida y se espera que más iniciativas ambientales se sumen a esta para mitigar los daños que se están causando a los ecosistemas.