Promueven la ganadería sostenible para enfrentar el cambio climático
La Fundación PA.NA.M.A. ejecuta el proyecto en el río Trinidad en Panamá Oeste aportando en la adaptación y mitigación del cambio climático
Fuente: La Estrella de Panamá/ Mileika Lasso
Unas 37 familias dedicadas a la ganadería de cría y ceba de bovinos en la subcuenca del río Trinidad en Capira, provincia de Panamá Oeste, viene implementando sistemas de conservación de agua y de silvopastoriles, para producir de forma eficiente, recuperar la cobertura boscosa y mitigar los efectos del cambio climático.
A través de una nota de prensa, la Fundación PA.NA.M.A. detalló que ejecuta el proyecto denominado «Ganadería sostenible a través de la implementación de medidas de adaptación al cambio climático en el tramo medio de la subcuenca del río Trinidad» cuyo fideicomiso es administrado por la Fundación Natura e impacta en la población asentada en las comunidades de Los Faldares, El Mamey, La Pita, Honda Arriba, La Humildad, La Tagua, Laja Lisa o El Caraño, Los Cañones, Los Ortigales y Nueva Arenosa.
Para el proyecto, cada finca adopta de forma voluntaria las prácticas ambientales sostenibles replicables aumentando su resiliencia frente a las presiones y amenazas de la variabilidad climática, mientras contribuye en la conservación de la biodiversidad y con la restauración de ecosistemas en la subcuenca del río.
“El enfoque en la construcción de cada plan de manejo es inclusivo y se elabora con la participación de cada familia. Dentro de estos planes se incluyen prácticas que mejoran el manejo de aquellas actividades que tienen impacto negativo sobre la biodiversidad y se promueve la restauración, por lo que está basado en un diagnóstico participativo de la finca”, explicó en la nota de prensa, Luiggi Franceschi, coordinador del proyecto.
Uno los métodos que ahora aplican los productores es el sistema silvopastoril que, combina árboles con pastura y animales dentro de una parcela. Para ello, plantaron en el área de pastoreo árboles maderables y frutales, tales como: esparvé y jobo, garantizando que el bosque no sea afectado por el pisoteo del ganado.
Por su parte, Eunices Mariscal, técnico del proyecto, indicó que hasta el área de toma de agua o bebedero para las reses cambio. «Para hacer un adecuado manejo de la finca, el ganado ahora, en vez de bajar al río o hacia los afluentes que lo alimentan, reciben el agua en bebederos que se han establecido en otras áreas distantes a las que se requieren recuperar y mantener. Así, también, hemos sembrado mangas con pastos mejorados, cercado con ‘cercas vivas’, contribuyendo con corredores entre los ecosistemas fragmentados», explicó.