Reflexionando por el Día de la Biodiversidad
Fuente: La Estrella de Panamá/Redacción: Ariel Rodríguez-Vargas
El futuro de la biodiversidad es un tema de preocupación mundial. Los cambios dramáticos en la biodiversidad pueden afectar los procesos ecosistémicos, las estructuras de las comunidades bióticas y las dinámicas poblacionales de la flora y la fauna en su conjunto. Si la especie humana no mejora la comprensión de estos efectos a escala local y global, está socavando su propia existencia en el planeta, asumiendo que, como especie, nos interesa permanecer en el planeta Tierra por miles de años más.
Han sido las ciencias ecológicas las que han logrado descifrar muchos de los procesos y mecanismos que influyen en la creación y mantenimiento de la diversidad biológica. Es por eso que hoy es más clara, pero aún incompleta, la comprensión del papel de cada pieza del rompecabezas de la vida. Lo que sí es claro es que la humanidad golpea con su consumo y sobreconsumo a todo el planeta de polo a polo, y que ello afecta directamente y con mucho impacto la diversidad biológica, pero también es la humanidad quien puede solucionar lo que hoy denominamos problemas ambientales complejos, que están diezmando esa riqueza biótica del planeta, a un ritmo brutal y despiadado.
No cabe duda de que muchas especies en el mundo están amenazadas de extinción. Muchas están con poblaciones en estado crítico, y de seguro, y con pesar, sabemos que muchas de esas especies perecerán para siempre y serán solo parte de la historia natural del planeta que tuvo esas especies. Solo como ejemplo podemos mencionar algunas plantas ya extintas del planeta, como el olivo de Santa Helena, la palma de Rapa Nui, la araucaria de Pascua, entre otras. Igualmente podemos citar especies animales extintas, por acción de la especie humana, como el rinoceronte negro de África occidental, el tigre de Tasmania, la vaca marina de Stellers, el alca mayor, el dodo y el mamut lanudo, entre otros. En fin, grupo por grupo taxonómico, las listas anuales aumentan con especies que suben en el grado de vulnerabilidad de extinción.
Recordemos que la extinción no solo ocurre en el contexto de las especies, sino que ocurre en el contexto de las subespecies, razas y variedades, o sea, también ocurre extinción de reservorios genéticos de las especies dentro de sus poblaciones y que también ocurre extinción de ecosistemas únicos, cuando son destruidos en su totalidad, especialmente los ecosistemas de tamaños reducidos que existen en el planeta y en nuestros países. Una forma adicional de ver la extinción es la denominada extinción local, que no es más que aquella que erradica totalmente poblaciones de un organismo animal o vegetal, en territorios determinados, pero que no extinguen todas las poblaciones en todo su área de ocurrencia en el planeta.
Por lo antes expresado, es importante asumir liderazgos sociales, políticos y científicos para aumentar esfuerzos mundiales de más individuos, organizaciones, medios, empresas, instituciones nacionales y multilaterales para proteger la biodiversidad, para revertir en el menor tiempo posible las tendencias globales y locales de extinción de especies, genes y ecosistemas. Por eso es que conmemoramos el 22 de mayo de cada año, el Día Internacional de la Biodiversidad, ya que es imperativo el involucramiento de más personas y actores de la sociedad mundial, para sintonizarnos todos en una agenda firme para la conservación de la naturaleza, para salvaguardar la biodiversidad en todo el planeta.
Esa biodiversidad, que no existe hasta la fecha en otro planeta conocido, pero que es abundante en el nuestro, debe ser salvaguardada a como dé lugar, invocando en todos nosotros los principios éticos, científicos, morales y estratégicos, que como especie humana, con una alta capacidad racional que tenemos, no podemos ignorar, ni soslayar los llamados mundiales para salvaguardar la biodiversidad del planeta Tierra. Urge que todos seamos responsables.